UN GRITO...MUJER

La mujer en muchas formas es un enigma , inclusive para mi misma, ¿Qué me hace ser mujer?, existe una definición fuera de lo biológico o puede mezclarse? 
Por años he visto una imagen de mujer como este ser aguantador, con una fortaleza inconmensurable, de grandes silencios, enormes secretos, protectora eterna de la estabilidad del hogar, de los sueños, del día a día, siempre pendiente de todo aquello apropósito olvidado, pues ella esta ahí para recordarlo o hacerlo. Con los años esa fuerza interna se ha llenado de ira, del dolor y un rencor violento obligando a las nuevas generaciones de mujeres a vivir diferente a hacerlo diferente, pero estamos perdidas entre los sueños y deseos de las generaciones pasadas infundidos a nosotras versus los sueños y anhelos de nuestra actualidad y nos llena de un temor enloquecedor, un sin sabor, unas ganas locas de querer re-escribir la historia, pero sin saber por donde comenzar, algunas se van al extremo de la violencia dirigida, otras como yo, buscan incansablemente el punto medio, pero no sé si hay punto medio en esta lucha interior por audefinirnos, por encontrar una luz en el camino, tratamos sin lograrlo hacer esfuerzos, encontrarnos en comunidad y estar juntas en ello y ayuda, pero todavía en muchos casos estamos metidas en los mares de nuestros conflictos internos, en ese silencio de las abuelas de nuestras madres, como olvidar, algo casi impreso en la sangre, estamos juntas y al mismo tiempo continuamos marcadas por las etiquetas que ya no nos pertenecen, nos zambullimos en juzgarnos, atacarnos, maltratarnos, vernos como las tentadoras, las enemigas y en el fondo lo somos, porque nos seguimos viendo como competencia, como si ya no fuese suficiente el tener que competir en esta sociedad por sobrevivir, por romper patrones ajenos, por tener que soñar más alto para poder llegar a algún lugar.

La carga de nacer mujer en un mundo actual donde tenemos que hacer un máximo esfuerzo por transformarnos, con una crianza social que nos sigue presionando a volver al pasado, con la religiosidad poniéndonos como la tentación, el horror, el decline, "Guerras por mujeres, se han hecho"- dicen y no, solo nos han usado como un motivo para hacer lo que quieren, para meternos ideas infames y destructivas, para castrarnos la posibilidad de actuar. Este es mi grito desesperado por entender mi propia de-construcción, por comprender la nueva mirada en el espejo, por darme el apoyo y la fuerza para alzarme, para decir no estoy de acuerdo, no quiero más esto y no voy con eso; no deseo cargar en mis hombros el peso de aguantar las culpas de los otros por ser mujer, soportar que me quieran poco porque como mujer es lo que merezco, a las migajas de la sociedad porque no tengo un pene, a soportar piropos o mensajes de hombres diciéndome como soñaron que tenían sexo conmigo cuando no son nada mío, a que tu como hombre te creas con el derecho social de callarme, de decirme que hacer a donde ir o creas me puedes decir cualquier cosa sin siquiera filtrarla, porque debo tomarla como un alago viniendo de ti; no deseo más hombres diciéndome como es ser MUJER, cuando no lo son, cuando no viven en mi cuerpo o en el de muchas amigas, con sus comentarios fachos y pendejos de "mínimo estas en tus días", y si estoy qué te importa, en esos días suelo estar de muy buen humor y aun así te digo cualquier día en tu cara el dolor  que tú  me haces sentir por nacer mujer, pero también te platico de la belleza de saberme mujer, de albergar en mi corazón la fortaleza más grande para lidiar contigo siéndolo y vivir feliz, para sentirme sexy sin tener el cuerpo comercialmente ideal, por poder entenderte a pesar de tu ignorancia, para sentir el dolor del otro en mi corazón y dar fuerza, para dar vida en todo sentido, para danzar con el alma, a solas, para escuchar las plantas, el sol y el agua que tu me arrancas, para respirar el aire que tú me contaminas, para pensar siempre al dormir en que mañana será diferente, para entender como los úteros nos hablan, nos cuentan historias, de ovarios colapsados de deseos, de vaginas sangrantes, maltratadas, violadas, amadas, de placeres efímeros, eternos, minúsculos, de mamas que alimentan, se hinchan, pesan, se besan, se sienten, se van, se reemplazan, se invaden; tantas cosas podría decir de sentirse mujer, curiosamente asociado a lo físico porque somos sensoriales, emocionales, de mente aguda, de espíritu inquieto, pero nada de esto lo podrías entender, porque sientes todo esto es fuera de ti, por ello nos cortas las alas como a los loros, para no volar.

Este es solo es un momento en la respiración, para sentirme, entenderme en las profundidades de ser lo que soy, quien siempre amaré ser y por quien siempre lucharé para que sea feliz, para continuar escribiendo esta historia, que me tocó a mi, a nuestra generación de mujeres, cometeremos errores, pero haremos el esfuerzo por hacerlo hasta el último aliento por encontrarnos, seguirnos agrupando, compartiendo, siendo, defendiendo con garras el poder vivir libres de tener la equidad necesaria para compartir el mundo en paz, porque las guerras no son por nosotras o uds, es por acaparar la luz con tal de florecer, en lugar de disfrutarla juntos.

Con amor Chely.

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