Porqué no funcionan las prácticas como el Mindfulness

En un mundo tan caótico como en el que vivimos, herramientas que nos ayuden a pensar que podemos tener algo de control y sabiduría para manejarlas, nos llena de esperanza y de una tal vez falsa sensación de seguridad, muy a persar de. El problema es que cuando estamos ansiosos, estresados o desesperados, no podemos filtrar muy bien estas prácticas y cómo aplicarlas, creemos y le damos sustento a una falsa idealización de objetos, frases y rituales que aunque ayudan, no nos solucionan el problema de fondo.

En la actualidad nos encontramos bombardeados por mucha información, saber cual de esta es cierta o realmente nos puede ayudar es bastante incierto o nos lleva a mucha confusión, sobretodo en temas espirituales o psicológicos, nos lanzamos un montón a experimentar, pero al final nos funcionan de placebo o no podemos sostener en el tiempo y es por ello que prácticas como el Mindfulness no dan soporte en el tiempo, puesto que se soportan de otras prácticas y filosofías para funcionar y al final carecen de su estructura para mantener a la persona encaminada en este estilo de vida.

Entonces pongamos todo un poco en contexto primero...


El estoicismo es una escuela filosófica fundada por Zenón de Citio en Atenas a principios del siglo III a.c., basada en un sistema lógico y puntos de vista sobre el mundo natural, el principio de aplicar la razón para vivir en la comunidad, para ayudar a los demás y nosotros mismos. Conciben la maldad como ausencia de sabiduría, dada por una ignoracia para identificar lo correcto de lo incorrecto.


El estoicismo busca eliminar o alejar las emociones negativas o disruptivas, permitiendo el dominio y control de los hechos y situaciones que perturban la vida, de la misma manera que lo hace el Budismo,no por nada muchas de las prácticas y filosofías de ambos corresponden a mantener un equilibrio natural con el entorno y lo que nos acontece, siendo de gran ayuda y herramienta que ha resurgido como respuesta a la reducción del estrés, darle sentido a la vida ante un momento de agitación y de caos, permitiendo ver las situaciones incómodas o malos momentos del día a día en perspectiva, reconociendo y comparándoles con otras más complejas y difíciles, dando como resultado una sensación de aceptación y tranquilidad frente a lo que no se puede manejar o no depende de ti para hacerlo diferente. Ahora bien, cuando tomamos estas filosofías y las readaptamos sin comprender su base, nos vamos a un extremo de positivismo exagerado, donde no te es posible encontrarte mal o pensarte siquiera en sentir ello, cuando lo que buscan estas filosofías, es acompañarte a razonalizarlas de forma más práctica, para disminuir su afectación, porque dentro de los principios de las mismas, está, el mejorar para ser un aporte positivo al colectivo. 


Bueno, pero pongamos un poquito de constraste, qué es el mindfulness o atención plena, es una práctica que por medio de herramientas como la meditación y la atención plena a las rutinas diarias, lo convierten una herramienta que de base utiliza los principios del Budismo como la mente construye experiencias, el desapego, el yo es una ilusión, la contemplación y la integración o unidad, pero que al ser una práctica y no una filosofía de vida como lo es el Budismo, carece de darte más allá de algunas herramientas importantes para tu proceso personal, dado que cada persona decide hasta cuando y hasta dónde desea continuar con ellas, sin tener interiorizado el proceso de las mismas y la importancia de darles más contexto, así como el aclarar que no son soluciones mágicas, sino procesos diarios, cultivos permanentes de la persona. 


Por ello, es importante tener mucha claridad la disponibilidad y disposición existente de múltiples herramientas y posibilidades a nuestro alcance para hallarnos más seguros y calmos ante los constantes cambios e inestabilidad de esta generación, una que se encuentra bastante ansiosa y estresada, por no ver un panorama más estable en la vejez o si quiera en la vida diaria, acompañado de una aceptación en muchos casos de evitar la construcción de estructuras y propender por una vida más libre de ataduras materiales o financieras y más un disfrute permanente de vivir. De esto podremos hablar eternamente y sobre como todo termina generando un impacto profundo en la sociedad, pero mi abordaje es más informativo, abierto y con la intención de darles un poco de criterio con algunas cosas, lo negativo no es necesario erradicarlo, sino orientarlo, comprenderlo y entenderlo desde un punto de vista más amplio, porque en tal caso iríamos a la discusión de si nacemos siendo malos o la sociedad nos corrompe, cosa que es lo uno y lo otro, sino de ir aprendiendo a tomar lo mejor de ello y aplicarlo en nuestro diario vivir, porque lo que no es un hábito no puede llegar a hacer impacto en nuestra vida, solo será un placebo para darte paz temporal, pero no solucionará el problema de fondo, tampoco obsesionarte con ello y tildar de errados a los demás como tampoco es mi plan, pero si de intentar mantener el enfoque, la canalización y la sabiduría para identificar nuestras propias falencias, fallas o mejoras, así como de lo que hacemos bien, porque aunque parezca que no necesitamos de nada ni de nadie, siempre por naturaleza, tendremos la tendencia a agruparnos, a escucharnos, a socializar, porque somos así, es parte de nuestro ADN y saber convivir, también es parte de todo, así como el cultivarte a ti mismo, sin permitir que el entorno determine todo en tu vida, el entorno te da condiciones, pero no te limita lo que permites del mismo a nivel emocional y mental, lo demás debes trabajarlo tu, superarlo tu y hacer lo posible por hacerte más ameno el paseo de vivir y vivir en este momento histórico, tanto como en esta civilización.



Es maravilloso el ver como las personas estan dándole la importancia al cuidado mental y emocional, intentando un poco de forma desesperada todas las posibilidades para lidiar con la crísis actual de una generación practicamente condenada a la inestabilidad y a los cambios constantes, pero no podemos olvidar que esto abre la posibilidad a que tomemos conceptos o información básica de diferentes disciplinas y filosofías, aplicándolas de forma errada, llevando a las personas a aplicar para sí mismas lo "convenientemente beneficioso" pero no lo necesario, es ahí donde nos rendimos en el proceso, donde usamos un par de cosillas, pero no las aplicamos constantemente, hay que interiorizar las prácticas, llevarlas al diario vivir, de esta manera, podremos ver su impacto en nosotros y todo lo que nos rodea, además de que cultivaremos principios que nos servirán a futuro, para una vida tranquila, integrada y con mayor prosibilidad de digerir los constantes cuestionamientos de una generación aérea y llena de exigencias.


Image by mostafa meraji from Pixabay 






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