Que pasa con ese fragmento llamado amor

Me pregunto que de las relaciones, en un artículo pasado (Lies, Lies, Lies) el cual a muchos les gustó, plasmé la crítica a nuestra generación de renegados del amor que somos, ahora quiero hacerlo partiendo de mí, desde mi necesidad, desde el centro de mi alma, en ese espacio pequeño no compartido con muchos, ese pequeño fragmento llamado amor y porque les digo fragmento, porque el amor es eso, fragmentos de muchas personas, momentos, emociones, canciones, imágenes, sueños, sonrisas, recuerdos, expresiones, secretos ocultos, caricias prohibidas, lagrimas, suspiros, gritos, anhelos, fragancias, sensaciones, caminos, viajes, los ojos de un extraño, entre tantas otras cosas que se me pueden escapar, pero todas estas cosas son segundos de intensidad emocional, mental, una elevación de los sentidos en un orgasmo casi infinito de conflicto hormonal, en otras palabras, felicidad, el amor es eso, fragmentos de poesía feliz, que separados nos producen nostalgia, pero cuando están juntos nos exhortan a una dimensión irreal de expresión ridícula y absoluta, aunque parezca enamorada y muy romántica, déjenme decirles, por el momento no me han vuelto a atrapar, quisiera, pero es que no encuentro con quien poder vivir esta magnífica expresión sin preocupación, siempre hay un pero, un alto, una interrogante sin responder y muchos rostros aparecen ante mi pero ninguno cercano a mi, unos porque se van, otros porque se quedan, otros porque nada les es suficiente y algunos porque guardan idilios de amores pasados, todos dirán, parece que quiere novio, pero en el momento no me afecta, créanme que disfruto de este tiempo para mi, cada día cuando puedo ir al gym, bailar, estudiar, trabajar, escribir aquí o leer todo un día domingo en casa sin preocuparme de la llamada que no llega, de la salida que no se da, tengo amigos, no perdón que amigos, son angelitos, me llenan de felicidad absoluta así sea por breves instantes, yo creería que estoy más enamorada de ellos que de cualquier otra persona, pero en fin, así debe ser no creen?, para muchos los amigos son pocos, para otros son demasiados, para otros vienen y como no son eternos pierden importancia, pero creo que por temporadas los amigos rotan, con el pasar del tiempo y las decisiones tomadas generan como consecuencia una pérdida paulatina de muchos, pero la permanencia de otros, de esos que así no veas en años o ni se hablen, cuando sucede, una magia se apodera del momento, disfrutándolo demasiado.

No sé si mujeres y hombres pueden compartir conmigo ese sentimiento de querer algo diferente, fuera de los esquemas, en lugar de una pareja, un compañero o compañera de viaje, esa persona con la que puedas hablar de todo, sin importar si estas de acuerdo o no, siempre puedan respetarse lo que piensen, en donde cada plan sea una aventura interesante, con quien no te canses de estar, quien te entienda cuando no estés de humor,no te juzgue y viceversa, ser tu mismo en cada momento, sin máscaras para agradar, porque se agradan mutuamente como son, el conocerse es un proceso diario interesante, compartir intensamente un beso, una caricia, poder tomarte de la mano sin problemas, sin sentir presión, tener momentos juntos pero la libertad de tener un momento para ti mismo, amigos y familia, ese o esa que siempre este ahí, cuando quieras llorar o reír, llamar a la madrugada, al sentirte solo o sola y este presente, con voz de aliento o un chiste bobo para relajarte; aligerar la carga en sus brazos en cada abrazo y beso, sentir el suelo muy ligero, permitirte vivir la intensidad de un momento privado solamente para dos, alguien para olvidar el pasado y vivir el presente, pues el pasado no importa, a nadie le tiene que importar, este se debe de guardar como un informe de lecciones, enseñanzas y aventuras, no como cargas o arrepentimientos. Recuerdo el significado de una cerveza en un anden, el beso durante la película, la caricia en el comercial, el cielo desde el verde pasto, el helado que se chorrea de los labios, la carcajada con lágrima de un mal chiste o una cara graciosa, el beso en la frente cuando todo iba mal, el sabor de unos besos mezclados entre cigarrillo y café, la caja de vino caliente en un concierto gratuito de una banda mala, la borrachera en la que se llama para soltar un insulto, la discusión fuerte finalizada por un beso, el suspiro antes de dormir, el brinco de alegría del mensaje recibido, la foto del momento, el dibujo, la flor hecha de papel, la primera comida hecha en casa, la sopa de verduras que sabía mal, el momento en que mientras jugaba vídeo juegos yo leía un libro, la elevación del suelo en una cargada a la piscina, un lo hicimos, el huevo con la rosa dentro, las esperas eternas fuera de clase, la compañía en el transporte hasta casa, el recuerdo de un viaje al que no pude ir, el de otro al cual pudimos juntos pero no salió muy bien, un accidente, una enfermedad, la ropa sucia, el perro, el gato, los pokemones en la pared, bufandas en una canasta de mimbre, estas y tantas cosas, aquel compañero inseparable a quien debí decirle adiós, esta es una oda a esos momentos, a esos instantes que desde el vacío de la nostalgia hoy esperan a otro para vivir cosas nuevas, por ahora puedo decir, han llegado otros compañeros increíbles, mis amigos.

A veces esperamos un amor que nos salve, un amor que nos destruya, un amor pero mientras esperamos ese no sé qué, seguimos siendo los renegados del amor, aquellas almas abandonadas a la pena de no encontrar ese compañero o compañera, negadas a el amor, negadas a darse oportunidades por temor, somos renegados con mucho temor, temor a enamorarnos intensamente y tener que soltar o que nos suelten, miedo a que al final debamos pasar la página con dolor, pero carajos, si es lo que nos hace humanos; somos gatos disfrazados de tigres buscando con agresividad y exigencias lo que esta frente a nuestros ojos, nada es suficiente y todo nos hace falta, yo no sé si pertenezco a esta generación o soy como me dice un amigo un alíen que viene de Plutón, no creo en las personas perfectas, el lo príncipe azules, esos no existen, hay personas moradas, verdes, amarillas, de miles de colores y de cada una se puede aprender a conocer el universo pero antes de todo eso se nos olvida el amor propio, si algo he aprendido escribiendo este blog es que todo parte de dentro hacia fuera y en la medida que no nos damos amor, no nos cuidamos y consentimos nada sucede, pero eso no es todo hay que tener claro lo que se quiere, eso de quiero una novia bien buenota, o un hombre ricachon no es tener nada claro, es superficial, por ende solamente vas a encontrar personas vacías, no pienses en la persona sino en la emoción, de esta manera puedes trabajarla en ti para atraerla, pues si piensas en cuidarte, encontraras alguien que se cuide, si te respetas encuentras quien te respete y así sucesivamente, en la medida que te das a ti mismo, el mundo gira todo para enviarte lo mismo, por eso en la bibla dice que quien tenga más se le dará y a quien le falte se le quitará, porque hay que trabajar todos los días, en nosotros para nosotros, pero tampoco unos compulsivos egoístas acomodados esperando ser unos y unas desgraciadas sin aportar nada a los demás, que nos acepten es una cosa, pero nadie tiene porque aguantar a nadie.

Un abrazo y feliz semana
Chely

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