WE GOT THE POWER

 Las mujeres siempre a lo largo de la historia se enfrentan a conflictos de vulnerabilidad bastante complejos pues vendimos la idea de ser débil; físicamente tal vez podríamos ser, pero emocionalmente y espiritualmente somos todo lo contrario, pero veamoslo desde su significado; la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna ", la vulnerabilidad es la capacidad disminuida de una persona o grupo para anticipar, enfrentar y resistir los efectos de los desastres naturales, o causados ​​por la actividad humana, y recuperarlos "desde esta perspectiva y diferentes significados dados por la Real Academia, la ONU y otras organizaciones internacionales, es la incapacidad de reaccionar y esta se ve afectada por varios factores, sociales, económicos, culturales, de salud, medio ambiente entre otros, es la razón por la cual la mujer, se ve fácil objeto de peligros físicos y psicológicos, porque a lo largo de la historia hemos tenido que luchar por un papel igualitario en la sociedad, e incluso nuestros predecesores nos han quitado en años anteriores, la oportunidad de demostrar de lo que estamos hechas, aunque en la actualidad, muchas brechas hemos cerrado pero aún nos queda mucho por luchar, pues  es increíble que por la forma de vestir de una mujer para algunos hombres esta sea una puerta abierta a los abusos, así como el tener en casos extremos que diseñar coches o autobuses exclusivamente para mujeres, esto nos afirma el reconocimiento del abuso como algo natural, entre muchos otros casos en los que el no tener una presencia masculina en la vida de una mujer genera una posibilidad de la cual tomar ventaja. 

Nos olvidamos de lo fuerte, grande y poderosa que somos, tenemos la capacidad de ser y hacer lo que soñamos, somos profesionales, madres, hijas, abuelas, los pilares de la sociedad, nos encontramos en todos los sectores, pero a veces nos permitimos a nosotras mismas el abuso, sabemos a conciencia de las malas decisiones que tomamos, protegiéndonos del hecho de estar enamoradas, ser buenos hijas, de ser buenas madres aceptamos muchas situaciones en las que no estamos haciendonos bien, no estamos contentas, por las absurdas las normas sociales, por el famoso que dirán, que afecta por desgracia a la mayoría de nosotras; la razón principal es que nuestra dignidad de mujer y nuestro valor se mide en la cultura por la menor cantidad de comentarios negativos dirigidos a nuestra persona, el señalamiento todavía es muy fuerte, es triste reconocerlo, pero el ser mujer exige altos estándares de calidad, pero el crecimiento personal así como el amor propio y la dignidad no tienen porque estar medidas por el miedo social, sino por la necesidad loca de crecimiento personal, de llenarnos de la felicidad que soñamos. 

Todas las mujeres estamos en la obligación propia de concentrarnos en lo que realmente importa, crecer internamente como mujeres darnos cuenta de los venenos voluntarios que tomamos, el desapego a los patrones limitantes, aunque a veces no es fácil dar vuelta a la página, o tomar un momento para analizar las cosas con detenimiento, nos llenamos de razones y argumentos para evitar la posibilidad de ser feliz, encontrar la paz, cada día es una razón para seguir, somos seres poderosos, musas de inspiración, hay que superar la amargura, disfrutar de ser mujer, así como la capacidad de sentir y explorar, nada ni nadie puede decirnos que no somos suficientes, mucho menos hacerlo creer a nuestros ojos, pues somos lo suficientes, cualquiera que piense lo contrario es porque refleja su incompetencia en otros. No importa si eres es alta, baja, rubia, lisa, crespa, gordita, delgada, o con curvas, eres una diosa, esa es la realidad, borremos esa imagen de ser esclavas socialmente, del modelo de la mujer perfecta de photoshop; los estereotipos están acabando con la esencia de ser mujer, del valorarse, cuidarnos de esto es la clave para construir una mejor sociedad y vernos desde el ser magnánimo que somos.

Mujeres y hombres rodeados de hermosas mujeres, no esperes la perfección, pues sino seríamos dioses y nada medio parecido somos.

Con Amor

Chely Maicena

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