BUSCANDO LA ESENCIA- SOLAMENTE CHELY

 Siempre he sido defensora asidua de la No discriminación a nada o a nadie, al respeto y tolerancia de las personas y sus preferencias de vida; pero nunca pensé que el impulso más grande, sería el hecho de ser ciegamente yo misma victima de discriminación y lo peor del caso, de autodiscriminación.

Hace muchos años de mi vida un comentario me partió en dos, tomar una decisión en ese momento tan obvia, no era tan fácil, a alguien se le ocurrió revisar mi vida y estigmatizarla, tomó la decisión de tachar mis gustos y amigos, como erróneos, malos, incorrectos, nocivos, dañinos, cuando todo radicaba de la apariencia; en este país y en muchos otros poco evolucionados socialmente, tener un tatuaje, el cabello largo o vestir de negro, es motivo para afirmar que consumes sustancias psicoactivas, tienes hábitos negativos, fuera de la moral o religiosidad; lo mejor a mi parecer en ese momento fue no discutir con nadie y darles la apariencia ficticia que querían, así que cree 2 perfiles de Facebook, dos personas diferentes una de la otra, pensaba con delicadeza milimétrica, las personas a agregar, las fotografías a mostrar y los temas a compartir, mientras por el otro lado era libre de dar mis preferencias, de estar en tranquilidad de compartir con los míos, me dividí para evitar escrutinio constante de quien busca señalarte, juzgarte y perjudicarte. Ahora después de varios años de vivir una dualidad, me siento libre de ser yo misma, de luchar nuevamente con esa fuerza con la que defendía irme de camping o escuchar rock, nunca comprendí como era pecado ir a un bar escuchar música, charlar con mis amigos y pasarla bien un rato, pero socialmente sea más aceptado el irte a una discoteca, siendo a mi parecer un ambiente más pesado, pero respeto ello; tampoco entendí como ir a un Shinaniname (Grupo de ánime en Cali), donde iba a jugar videojuegos, ir a talleres entre otros eventos culturales organizados ahí, fuese tan malo, fuese visto como una "parrandada de locos disfrazados", cuando los eventos organizados ahí son pensados en adolescentes, pasas toda la tarde ahí y regresas temprano a casa, después de haber tenido un día increíble, ahora ya no asisto, pero recuerdo aquella época con mucho cariño y a los organizadores con mayor amor, pues ahí conocí a mis primeros amigos, mis amigos, quienes aún conservo y adoro, algunos los veo con frecuencia otros no, pero han sido muy importantes; ¿cómo alguien puede hacerle creer a otro ser una posible maldad en ello?

Nunca en mi vida he sido típica o común, no me gusta lo común, lo que se supone debe gustarme, soy simplemente diferente y feliz de serlo, el gusto hacia lo que hacen llamar "femenino" no es mi fuerte, de adolescente quería ser monja para ayudar a otros y estudiar mucho, absorber conocimiento era y es una debilidad constante de mi ser, no iba a pijamadas, me quedaba hasta tarde en la biblioteca, prefería reunirme a hacer trabajos, no tuve novio y no me hizo falta, al ser mayor de edad descubrí una libertad maravillosa, añoraba conocer el mundo, adquirir aprendizaje vivencial, conocer personas nuevas; llegó a mi un programa cívico de la Fundación Alvaralice, en ese entonces Fundación Terpel, a partir de ese momento mi vida tomo un camino de descubrimiento increíble, desde de ahí descubro mis gustos, mis anhelos; de niña escuchaba POP, adoraba a Britney pero ahora amo el Rock, siento un gusto particular por el Metal, por muchos otros géneros también, pero estos movieron mi vida y todavía me hacen feliz, me enamore de los libros, de escribir, ahora me encanta la cerveza, no me da pena decirlo, me fascina, pero de la buena cerveza, así como del café y en todos lados busco diferentes tipos de Café; descubrí en un nickname dado por mi padre, el origen de mi ser, de una marca, de una mujer, ya no tengo pena de decir Soy astrologa, quiromante y cartomante, pues ello no me hace menos, soy administradora, que alguien diga no van a la par, resulta soy más mucho más que la simplicidad, soy un acumulado de muchas cosas, del arte, del mundo empresarial, de la naturaleza, de los principios, de los valores y aunque no me lo crean soy Católica, practico mi fe de esa manera, pero no niego por ello el aprendizaje Budista, la Ayurveda, el Hinduísmo, el Islamismo, el Judaísmo, pues cada una tiene algo para ofrecer, lecciones de vida.

Esta soy yo, me enorgullezco del ser humano que me he convertido, el cual sigue en construcción, soy la loca, la feliz, la amiga, la payasa, triste, emocional, mística, espiritual, hermosa, fantasiosa, pícara, seria, malgeniada, apática, dulce, extravagante, clásica, perezosa y activa, entre muchas otras cosas pero llena de paz, de la tranquilidad de por fin entender el ser yo misma, de defenderme de todo y todos, quien ose en intentar ponerme una X se va de mi vida, pues esa nocividad no es bien recibida, todavía siento esa necesidad de ayudar a otros de alguna manera, me gusta sentirme útil para alguien, darle una mano, ver la felicidad en otros me llena; lamento el dramatismo de mis palabras, pero esa es mi verdad, no tengo patrón, no tengo una casilla con mi nombre, de medidas perfectas, sino un mandala gigante lleno de detalles y color.

Les escribo estas palabras, sincerandome con ustedes, de lo más transparente posible, por qué, si no hay necesidad, dirán, pero si la hay, debe haber por ahí muchas personas guardándose a sí mismas en una caja decorada, bella a la vista, común y regular, desconfían de lo hermoso de su contenido, convencidos de los estándares de estética cultural, cuando lo bello es bello por no ser corriente, por ser original, por impregnar ese misticismo; poniéndolo a un ejemplo burdo, es como si tuviéramos un amigo con el cabello azul, muchos dirían yo no me pintaría el cabello así, pero que bien le queda a ese amigo, es como parte de su statement personal, un mensaje cifrado, donde algo tan superficial, puede llegar a marcar una característica en alguien, así debe de ser la vida para todos, libre, sencilla y no por ello menos especial; no sean cobardes como lo fuí yo por muchos años, sean ustedes mismos, nada ni nadie puede dañarlos, pues solo ustedes dan ese permiso. 

El temor te mantiene cautivo de las posibilidades de la vida, te encierra en una cajita diseñada por ti mismo para esconderte de las cosas bellas y simples, las que valen la pena vivir, sentir y disfrutar; yo me sentí de esa manera por muchos años, escondida, guardada en un caparazón diseñado perfectamente y delicadamente para mantenerme alejada de toda posible discriminación, pero no se puede vivir de esa manera siempre, el mundo es cruel, aceptarnos, amarnos y estar con los que son, es más sano, a vivir de acuerdo a lo "políticamente correcto", vivir desde los principios del amor propio y del respeto por los otros, es un camino más sano, liberador así como espiritual.

Soy una mujer libre al fin.
Chely Maicena.