REGÁLAME UN SEGUNDO

En mi pecho corren un montón de emociones, me bombardean toda clase de pensamientos desenfocados en un espacio de tiempo reducido contra el reloj; tengo en mi mente las ganas de programar un listado de preguntas como quien tiene la oportunidad de ver a un oráculo para hallar su camino, para encontrarse. Dividir ambos instantes no es posible, pero solamente puedo pensar en los cambios hechos desde el amor y un pensamiento regocijado en explorar un campo necesario; nada antes me había funcionado de tal manera, pero da algo de temor, del rigor del momento y sus implicaciones; la disciplina no ha sido una de mis fortalezas, pero la perseverancia es un talento en bendición.

Quisiera encontrar la manera para expresar, digerir entre letras y versos, la tristeza, la distancia, la soledad, el desprecio, el amor, la luz, las ganas de comerme al mundo, el sentido de servicio y una locura completa, cubren el espacio sin dejarme respirar, pero tengo la plena claridad de encontrar un momento para ver a contraluz todo desde la óptica de la esperanza.

El ruido es contrastante en un punto que parece imposible de sacar de las palabras, todo parece tan alto, agudo y estridente, dejame ser un poco más silenciosa, para alcanzar el encanto del espiritu, soñar con una brisa de madrugada, quieta, tranquila y sin prisa; como si hubise todo el tiempo del mundo para encontrar esa pausa para el cuerpo.

Respira me digo a mi misma, pero el nudo agónico de la sosobra carcomen mis nervios, podría el amor encontrar cabida? o ¿podría meditar en la calma del mar?, supongo es imposible hayar las fuerzas o las ganas, despejar la mente es un ejercicio complejo de ensayo y error, donde no puedo ganar, por lo menos no por ahora.

Este no es un cuento o una historia itinerante, más bien un breve momento de desahogo, por qué lo hago, ¿porqué poner a escrutinio público el lenguaje de mi alma?, pues es muy simple, soy transparencia y en ella estoy conmigo misma, nunca entenderán o entenderé como la insipiente necesidad de gritarlo todo dulcemente encuentra alivio y desahogo a un alma tan agotada de las ganas de no descansar. Ver a tantas personas en procesos tan difíciles, con necesidades de encontrar respuestas y yo aveces con esos mensajes en la punta de mi lengua con ganas de decirlas, pero en un acto desesperado de amor, tener que dejarles ir sin mi, en desapego más allá de la inmensidad del mar.

Como cerrar un momento, con una reflexión de la brevedad de la vida o del autoconocimiento de algo casi inevitable de intentar, política, religión, deportes o cualquier otro tabú, beligerantes topics para olvidar la necesidad del espiritu de hallar el tesoro de la interioridad, el compartir es una oportunidad de visitar el mundo de los otros, de una imaginaria trascendencia llenado instantes de pérdida total de la noción de tiempo.

En un suspiro doy por terminado el últmo instante de mi sentir para darte paso a tí a que vivas en la preciosidad de tus momentos, de cada oportunidad de cédula para seguir aquí, vibrando como un faro para alguien más necesitado de un alivio.


Con amor.
Chely Maicena
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