La Fe y las Expectativas Angustiosas

 Sentados, arrodillados, de pie, acostados, llorando, felices, entre otras, le pedimos a Dios o el universo como lo quieran llamar, que nos entregue aquello que nosotros añoramos con todo el corazón, pero o no sabemos pedirlo o no es lo que necesitamos, porque siempre estamos angustiados esperando que todo en  nuestra vida sea como queremos, vemos la perfección como un ideal alcanzable e ideal para todos, cuando no lo es, cada cosa tiene que tener equilibrio, pues no puedes ser completamente feliz, aquello que tanto te esfuerzas por controlar, por lograr, que te desespera debes de evaluar si en realidad es algo que añoras con el corazón o es una obsesión de algo que ves,  no hay que desfallecer, pero hay siempre que tener presente que todo en la vida tiene un precio, este puede ser bajo o muy alto, pero tener lo que deseas no siempre es lo que te puede llevar a la felicidad. 

Desde la angustia, gritamos al universo que eso es lo que nos merecemos, pero ni siquiera sabemos lo que valemos, pues o nos devaluamos o nos sobre-evaluamos, pero nunca le atinamos a la realidad, no nos aceptamos del todo, porque todo se convierte en un extremo, no se hace nada por lo que se quiere porque se deja al destino a la providencia, o se hace demasiado sin necesidad, cero equilibrio; cuando vemos esto desde diferentes puntos de vista no damos cuenta que la vida es un dar y esperar, es un me esfuerzo y dejo a que todo funcione, pues nada en el universo corre en la medida de cada uno de nosotros, por el contrario corre en contra muchas veces, así que cuando dejamos la angustiosa tarea a la espera de que funcione o que no, a que la vida nos sorprenda y a confiar en lo que hemos hecho, todo funciona mejor, pues es como cuando vas a un parcial para el que te preparaste mucho, vas confiado, respondes tranquilo y te vas del salón sabiendo que lo ganaste, pero con la expectativa de cual fue tu nota; así debe de ser la vida, no debemos castigarnos por aquello que no nos sale como queremos o como creemos debería de ser, pues es porque no tenemos la verdad ni las respuestas a todo, somos constructores de algo que no sabemos como va a terminar, porque la obra no es nuestra, ponemos solamente un granito de arena, esto lo digo no con el ánimo de convencerte o involucrar temas religiosos, porque respeto mucho las creencias de los demás y no me gusta discutir al respecto, pero seas o no religioso, espiritual o como quieras, todo en la vida es eso, hago el esfuerzo y espero, pero en paciencia en certeza de que se hicieron las cosas bien, tomando decisiones bien enfocadas, de esas que te dan paz al dormir y son como somníferos potentes en noches de mucho ruido o cansancio.

En definitiva, todo en esta vida es una espera y paciencia, haces lo que puedes y te abandonas, cero afán, cero angustia, porque te conviertes en tu propio enemigo, en esa persona que bloquea su futuro, que se para en frente de las oportunidades y las rechaza con convencimiento de que nada de ello le interesa, cuando es falso. No sé si ustedes han visto la película Si Señor de Jim Carrey, (pues veansela), él se da la oportunidad de decir sí, en lugar de negarse a todo y descubre cosas que no pensaba podía hacer o vivir, pero luego se da cuenta que también a veces es muy necesario ese No!, ese alto en el camino, por lo que midamos bien que aceptamos o negamos, todo es de darnos cuenta lo que nos hace daño y la felicidad de una posible oportunidad, todo en la vida es un riesgo que es medible y negociable excepto aquello que atente contra tu integridad o tus límites.

Un abrazo y confíen más en lo que estudiaron y esperemos a ver que nota nos sacamos.

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